¿Estás en la zona de confort?

La zona de confort, ese lugar, tanto físico como psicológico, en el cual nos sentimos seguros, o a salvo. La zona de confort para una persona representa seguridad, todo aquello que es conocido por nosotros, donde nos sentimos «bien» o «a gusto». Lo malo de ella, es el hecho de que nos lleva a conformarnos con nuestro estilo de vida, con la rutina diaria y con los frutos que de ella conseguimos.

Pero, ¿acaso es malo estar a gusto con nuestro estilo de vida?, en lo absoluto. No hay nada mejor que estar feliz consigo mismo y sentirse autosuficiente. El error es; usar esta zona de confort como una excusa para no avanzar, para no buscar algo mejor de lo que tenemos y simplemente conformarnos con la vida que tenemos. Cayendo así, de algún momento a otro, en una insipidez y aburrimiento total con respecto a la vida.

Para poder emprender en la vida, para avanzar, y hacer cosas nuevas y extraordinarias, que te impulsen al éxito y a la prosperidad, es de suma importancia que salgas de esa zona segura, que te reprime y no te deja progresar, para que así, podás alcanzar las metas que te propongas, e ignores ese miedo que te impide seguir adelante y conseguir la vida que tanto querés.

Por lo que, salir de la zona de confort; representa la realización de una persona, y la capacidad de enfrentar retos y adversidades que se presenten en la vida, sin desmoronarse ni dejarse llevar por la ansiedad.

No obstante, muchas personas viven en esa burbuja de seguridad, y ni siquiera se dan cuenta de ello. Simplemente sienten que les falta algo, y que la vida es una constante monotonía. Por esto, es que necesitas saber si estás atrapado en la terrible zona de confort, de la que ahora mismo, tenés que salir.

¿Cómo saber si estás en la zona de confort?

– No posees metas a largo plazo. Cuando estás en la zona de confort, te limitas a estar conforme con las cosas que tenés. Estás de acuerdo con tu empleo regular, si estás de novio no querés casarte, y así sucesivamente no planeas progresar en los aspectos de tu vida.

– Le temes al cambio. Al estar en la zona de confort, estás constantemente ansioso y temeroso de efectuar grandes cambios en tu vida. Simplemente te limitas a sentirte bien con tu rutina y sientes que no necesitas salir de ella.

– Retrasas lo inevitable. A muchas personas les da miedo el hecho de graduarse, casarse, de pedir un ascenso en el empleo, o simplemente de pasar de grado en la escuela o el colegio. Cuando la zona de confort representa una de las etapas de la vida, en algunos casos, se hace hasta lo imposible por no apartarse de esta.

– Le tenés miedo a fallar. A cualquiera le puede dar miedo fallar en algo, pero no debés dejar que esa simple excusa te impida seguir esos sueños que tenés. Y mucho menos, debes abstenerte de dar grandes pasos, o tomar importantes desiciones que te vayan a impulsar como persona, solamente porque tenés miedo de dejar lo mediocre y seguro, por algo relativamente incierto pero extraordinario.