Los negocios propios son uno de los sueños más comunes de muchas personas (quizás es el tuyo), esencialmente por el concepto de no tener que rendirle cuentas a nadie, es decir ser su propio jefe, donde se tiene libertad de decisión y acción, se disfruta de los éxitos y las ganancias. Sin embargo, más de la mitad de los nuevos negocios no alcanzan el primer año y solo un 25% alcanzan el tercero.

Como se puede ver no es fácil tener un negocio propio exitoso y para lograrlo es muy importante que sepas invertir sabiamente tu dinero y esto a pesar de parecer algo sencillo puede resultarte muy problemático. Cuando no lo haces correctamente, la inversión se convierte en una apuesta, es decir que tienes casi las mismas posibilidades de tener éxito como de fallar.

Es por eso que a continuación te presento una serie de sugerencias que te pueden ayudar a colocar tu dinero en el lugar adecuado para llevarte a dónde quieres.

  • Lo principal es entender que es una inversión y cuál es su objetivo. Vos quieres que el dinero que colocas en tu negocio sea la base para que este crezca poco a poco y después de un tiempo sea sostenible. Ese dinero debe venir de lo que sobra después del pago de tus cuentas y deudas personales, en otras palabras, tus ahorros.
  • Debes invertir en un negocio que se encuentre en tu zona de conocimiento. Es importante saber cómo se gana el dinero, cuales son los gastos y cuáles son los insumos que vas a necesitar. También debes conocer ese pequeño mundo en donde va a estar negocio para adelantarte a los problemas. No debes invertir en algo solo porque otro gano dinero con eso.
  • Invierte en marketing y publicidad. Debes promover tu negocio y para eso es necesario invertir parte del dinero en darlo a conocer. El marketing no se limita al tradicional también debe ser digital, utilizando muchos de los recursos con los que se cuentan actualmente (y que además son mucho más baratos) como son las redes sociales y las páginas web, de esta manera se alcanza un público mayor.
  • Invierte en algo que te apasione. Ser dueño de tu propio negocio puede llegar a ser algo muy estresante y demandante, por lo que si no tienes un interés (aparte del económico) o un agrado por él, se puede volver una especie de pesadilla y te pude llevar a abandonar.
  • Busca personas con aspiraciones y virtudes similares a las tuyas. Esta clase de inversión no es monetaria sin embargo, es muy provechoso incluir y darle importancia dentro de tu proyecto a trabajadores y socios que compartan tus objetivos y visiones.

Una vez que estés establecido, trata de expandirte. Cuando tu negocio este generando muchas más ganancias que lo que necesitas para pagar los gastos de mantenimiento y de proveedores, puedes empezar a buscar otras inversiones relacionadas con tu área de trabajo para que comiences a crecer.