Un emprendedor es aquel que no se da por vencido, persiste y después de varios intentos logra el éxito.

¿Por qué no dirigir el pensamiento para conseguir lo que nos proponemos? Al momento de emprender hay que dejar a un lado ciertos hábitos e incorporar otros con el fin de convertirnos en personas más productivas… Hay que aprender a pensar.

No se trata de tener mucho dinero o un nivel de educación superior, se ha demostrado que los grandes aciertos empresariales vienen dados por una visión, determinación y la manera en que se aborda cada situación. El mundo está lleno de posibilidades y oportunidades; tener éxito se basa en las decisiones que se toman día a día. Aprovecha el momento, encuentra algo que te guste y hazlo, así comienzan los verdaderos emprendedores.

Con que debe contar un emprendedor:

  • Un plan y la visualización de los objetivos finales.
  • Establecer metas para ganar una perspectiva más clara de cuáles son las prioridades inmediatas y necesidades en el presente.
  • Un programa que gire en torno a su proyecto.
  • Habilidades que le permitan desarrollar su idea y convertirla en empresa.
  • Necesita un entorno que le facilite el acceso a financiación y el lanzamiento de su compañía.
  • Habilidades directivas, como resolución de problemas, comunicación y liderazgo.

Consejos para aprender a pensar y conducirlo al emprendimiento:

  • El pensamiento lateral es muy productivo y significa una ventaja. Hay que darle otro enfoque a lo simple y obvio.
  • El silencio ayuda a la introspección.
  • Eliminar el estrés y las distracciones innecesarias que afectan su capacidad de pensar. Hay que ser organizado.
  • Hay que relajarse antes de descansar. En momentos de descanso surgen grandes ideas, pero la mente funciona aún mejor si antes de hacerlo uno se relaja.

Así piensan los grandes emprendedores:

  • El fracaso no existe, solo existen resultados.
  • El que más arriesga, más gana.
  • Planificar es el mejor billete de lotería.
  • El dinero vuelve, el tiempo no.
  • El emprendedor siempre busca el cambio.

Un ejemplo de éxito:

Larry Page y Sergey Brin son los creadores de Google, y para muchos este buscador es la interfaz para acceder a un mundo de conocimiento e información único.

Larry Page, recuerda la noche en 1996, cuando tenía 23 años y había soñado vívidamente sobre la descarga de toda la Web en los ordenadores. «Cogí un bolígrafo y empecé a escribir», dice el cofundador y CEO de Google. «Pasé la mitad de esa noche garabateando los detalles y convenciéndome a mí mismo de que iba a funcionar.»

Actualmente Google ha dejado de ser solo un gran buscador para convertirse en una de las empresas que está definiendo el futuro del Internet y del mundo, gracias al desarrollo de múltiples productos que abarcan desde aplicaciones web y herramientas empresariales hasta software y conectividad móvil. Estos dos emprendedores son un claro ejemplo de que para tener éxito hay que soñar con cambiar el mundo.

No todas las personas que emprenden son iguales; de ser así, no tendríamos diversidad creativa, pero hay algo que si tienen en común: son confiados, optimistas, disciplinados,  comienzan por sí mismo y están abiertos a nuevas ideas.