¿Quién no se ha enamorado o sentido ilusionado alguna vez? Este tipo de sentimiento tiene la facultad de influenciar directamente en la motivación personal y estado de ánimo de cada individuo, ya sea en pro o en contra. Tenemos emociones, y después sentimientos y estados de ánimo porque evolutivamente la emoción precede a los sentimientos y a los estados de ánimo.

 

Para adaptarnos mejor a las exigencias del medio, los seres humanos desarrollamos importantes relaciones de apego con las personas más significativas de nuestro entorno, especialmente el familiar. La teoría del apego explica la necesidad humana de crear vínculos afectivos que sirven para sentirnos amados y seguros. En este sentido la familia suele ser un apoyo social básico, no sólo en la infancia, sino a lo largo de toda la vida.

 

Los sentimientos se mueven entre extremos opuestos:

 

PLACER-DOLOR

AMOR-ODIO

ESPERANZA-DESESPERANZA

 

Son profundos o superficiales y perdurables en el tiempo. Esta última característica los separa por completo de las emociones, que se distinguen por sus notas de gran intensidad y momentaneidad.

 

Las pasiones son componentes naturales del psiquismo humano. El término “pasiones” designa los afectos y los sentimientos. Por medio de sus emociones, el hombre intuye lo bueno y lo malo, reciben calificación moral en la medida en que dependen de la razón y de la voluntad. El enamoramiento y las relaciones sexuales nos vinculan con una persona que antes era un extraño en nuestra vida, pero luego pasa a ser una persona esencial para nuestro bienestar.

 

Ejemplos eminentes de pasiones son el amor y el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la ira.

 

La mayoría de nosotros no prestamos atención a las relaciones, actuamos con la idea de que solo suceden. Rara vez nos planteamos de forma específica ¿Cómo nos gustaría que fuera nuestra relación ideal?, es una interrogante que no puede dejarse en el aire, porque incluso para el matrimonio es necesario establecerse algunas metas para mantener, corregir o mejorar la relación con la persona amada. No obstante, no hay que dejar a un lado el amor propio. Con frecuencia somos muy duros con nosotros mismos, debido a que conocemos cada falta y fracaso de nuestro pasado. Hacer las paces con seres del pasado nos ayuda a encontrar una solución a la discordia interior que a menudo sentimos, esto es un paso básico para el crecimiento, y así la armonía ocupara el lugar de la discordia interior.

 

Todos pasamos por momentos de dificultad donde decidimos entre una relación de amor-odio que nos debilitara y atormentara o una relación sana y anhelada. No tenemos opción en cuanto a la familia a que pertenecemos, pero al momento de iniciar nuestra propia familia, se presentaran múltiples opciones; y es ahí donde la decisión que tomemos será de gran importancia para el desarrollo del plan preventivo.

 

A continuación 8 tips que debes usar a tu favor para mejorar tu desarrollo personal y tener una relación más afectiva haciendo uso de la influencia del amor y los sentimientos:

 

  1. AMOR PROPIO

 

Hay que auto conocernos, aceptarnos y amarnos, porque si nosotros no lo hacemos ¿Quién lo hará? Si uno no se estima a sí mismo, no podrá querer a los demás. Hay que tener suficiente amor propio, que se haga necesario compartirlo con los demás. Conocer los propios sentimientos; ser consciente de lo que uno siente es el primer paso para conseguir cierto autocontrol. No se trata de reprimir los sentimientos, sino de canalizarlos apropiadamente.

 

  1. AUTO EVALUACION

 

La auto evaluación refleja la capacidad interna de evaluar las cosas como buenas si lo son para la persona, si le satisfacen, son interesantes, enriquecedoras, le hacen sentir bien y le permiten crecer y aprender; y considerarlas como malas, si no le satisfacen, carecen de interés, le hacen daño y no le permiten crecer.

 

  1. LA COMUNICACIÓN

 

Comunicarse no es sólo decir lo que quieres decir, sino también obtener la respuesta adecuada al ámbito donde se desarrolla tu comunicación. Al comunicar es muy importante el estado de ánimo con el que se habla. Un ánimo abierto, predispuesto y positivo mejora las interacciones entre parejas. La mayoría nos comunicamos bien pero escuchamos mal. Para comunicarse hay que aprender antes a escuchar y observar con atención. Hay que dirigirse al sentimiento de las personas, más que a la razón.

 

Las “razones” del corazón las entiende la mayoría de la gente. En cambio, las opiniones y la lógica difieren para cada uno según sus propios intereses.

 

  1. CAPACIDAD DE MOTIVAR

 

La mayoría de las personas quieren a su lado a alguien que las entusiasme y las ilusione, que les motive y anime a mejorar. Todos preferimos seguir a personas positivas, entusiastas, que saben ver el lado bueno de las cosas, incluso de las aparentemente negativas.

 

  1. ADIOS A LOS “SI HUBIERA”

 

  • Si hubiera tomado mejores decisiones
  • Si no hubiese sido tan tonto
  • Si me hubiera casado con otra persona

 

Esa palabra “si hubiera” representa un argumento inútil, destructivo y repetitivo del pasado, a través del desagradable callejón de lo que pudo haber sido. Quedarse en el pasado, divagando en todos los “quizá” de la vida, despoja la existencia de los individuos y sus relaciones. Así que hay que dejar a un lado estos pensamientos y seguir adelante para acceder a un futuro lleno de posibilidades.

 

  1. NO PERDER EL INTERES

 

La psicología ha demostrado que estar motivados para hacer cosas es un aspecto dinámico del comportamiento que nos permite evolucionar y progresar. Luchar por conseguir, por lograr algo que consideramos relevante da más sentido a nuestra vida que no tener objetivos.

 

  1. RESOLVER CONFLICTOS

 

Resolver los conflictos  de una relación, es un acto de madurez extraordinario para ambos. La paciencia surge de este proceso. Quien rechaza no tiene paciencia. Quien cruza las barreras de la debilidad personal se fortalece. Y donde hubo amargura ahora hay gratitud. Conforme la pareja acepta la debilidad del otro y se desarrollan entre si para que la fuerza existente se fortalezca, se descubren nuevas áreas. Una nueva confianza llega a la relación, al mismo tiempo que cada uno busca encontrar la felicidad agradando al otro. Cuando se conjugan estos elementos, la relación podrá soportar los malos ratos.

 

  1. IR EN UNA MISMA DIRECCION

 

Muchas relaciones buscan un punto medio para ir en una misma dirección, adaptándose uno a las necesidades y sueños del otro o sacrificando cada uno cierta parte de las exigencias o ambiciones que involucran su vida. Lo ideal sería encontrar una persona con las mismas metas y objetivos o acorde con los tuyos, una pareja que no te arrastre, sino que te impulse a crecer y a construir juntos una relación solida y sana perdurable en el tiempo.

 

Las habilidades interpersonales nos permiten relacionarnos con los demás, motivarles, inspirarles, persuadirles, influirles y tranquilizarles. Esta ideología social y cultural de desarrollo personal, nos advierte con frecuencia de la necesidad vital de perseguir nuestros sueños, amar lo que hacemos, o vivir como pensamos, si queremos alcanzar la plenitud total de una relación bonita y sana, liberándonos de una existencia gris y anodina.