Cómo superar el burnout cambiando tu actitud y perspectiva?
¿Sientes que tu energía se ha esfumado? Como que se te van las ganas de todo!!! Literal! Que cada día es una repetición del anterior y que nada parece motivarte? Si te identificas con esto, es posible que estés pasando por burnout. Déjame decirte algo: no estás solo. Pero también quiero que sepas esto: esto no es el fin, es solo una señal de que algo necesita cambiar. Y lo mejor de todo es que el cambio está en tus manos.
El burnout no significa que fracasaste
Vivimos en un mundo que nos vende la idea de que tenemos que estar siempre al 100%, siendo productivos, alcanzando metas y corriendo sin parar. Pero, ¿qué pasa cuando el cuerpo y la mente dicen “hasta aquí llego”? Ahí es cuando aparece el burnout.
Y aquí viene una verdad que muchos olvidan: el burnout no es una sentencia, es una señal. Es como cuando tu celular empieza a fallar porque tiene demasiadas apps abiertas al mismo tiempo. No significa que el celular ya no sirva, solo que necesita un reset. Lo mismo aplica para ti.
1. Cambia tu enfoque: de víctima a protagonista
Cuando estamos quemados, es fácil caer en el “pobre de mí”. Y ojo, es válido sentirse así, pero no puedes quedarte atrapado ahí.
Hans es fácil decirlo pero qué puedo hacer HOY para empezar a sentirme mejor?
Vamos por partes…
- En lugar de decir “estoy agotado”, prueba con “mi cuerpo me está pidiendo descanso y voy a escucharlo”.
- En vez de “odio mi trabajo”, intenta “voy a buscar maneras de hacerlo más llevadero mientras defino mi siguiente paso”.
- Si piensas “todo está mal”, cambia por “hay cosas que puedo mejorar y empezaré con una pequeña acción”.
Las palabras importan. Lo que te dices a ti mismo define cómo te sientes.
2. Aprende a soltar lo que no puedes controlar
El burnout muchas veces viene porque queremos tener todo bajo control. ¿Te suena familiar? Pero aquí va una pregunta clave: ¿qué cosas realmente dependen de ti?
No puedes controlar a tu jefe, pero sí puedes cambiar tu reacción ante él. No puedes evitar todas las cargas de trabajo, pero sí puedes aprender a poner límites. No puedes hacer que las presas desaparezcan, pero sí puedes aprovechar ese tiempo para escuchar música o un podcast que te inspire.
3. Rodéate de energía positiva
A veces, sin darnos cuenta, estamos rodeados de negatividad. Noticias alarmantes, conversaciones llenas de quejas, redes sociales que nos hacen sentir insuficientes… ¿cómo no íbamos a terminar agotados?
Haz un experimento: pasa 24 horas sin consumir nada negativo. No veas noticias catastróficas, evita conversaciones que solo giren en torno a problemas y rodéate de contenido positivo. Y si al final tampoco tenes apoyo de la pareja… pues date un espacio… Notas la diferencia?
4. Descansa sin culpa
Aquí va un dato clave: descansar no es perder el tiempo. Si no recargas tu energía, tu productividad se va por el caño. Pero lo más importante es que tu bienestar es prioridad.
Haz una lista de cosas que te hacen sentir bien y empieza a incorporarlas en tu rutina:
- Leer un libro solo por placer.
- Caminar sin prisa.
- Escuchar tu música favorita.
- Pasar tiempo con alguien que te haga reír.
- Hacer nada, porque sí, también está permitido.
5. Recuerda que esto es temporal
Cuando estamos en medio del burnout, parece que nunca saldremos de ahí. Pero todo en la vida es pasajero, incluso esto. La clave de todo lo que he vivido y me han contado por ahí… está en hacer pequeños cambios que te ayuden a recuperar tu energía. No tienes que resolverlo todo en un día, pero sí puedes empezar hoy con una acción. Recuerda lo que siempre digo: “Prohibido Rendirse” ánimo!
¿Cuál será tu primer paso? Si necesitas orientación, conversemos.