Las personas últimamente están presas de sí mismas. Han programado su cerebro solo para escuchar a su parte racional, olvidándose de la emocional. Hoy te enseñaré que el camino al éxito es motivarse. Estás equivocado si pensás que sos todo un profesional exitoso solo por tener mil títulos universitarios. La formación y capacitación para desarrollar tareas en el área laboral es importante, pero, amigo, sin motivación, eso no te vale nada. Acaso, ¿no has visto cómo cada día las empresas buscan más y más trabajadores jóvenes? Eso se debe a que las viejas generaciones están obsoletas.
Al decir obsoleto no quiero que pensés en tecnología. Ya no es como antes, cuando solo la juventud manejaba la tecnología. Hoy en día, todo mundo lo hace. Al llamar obsoleto a las viejas generaciones, me refiero a que han convertido su trabajo en una rutina, han perdido la pasión, han perdido la motivación. Y ese es un factor que las empresas de hoy valoran mucho: el entusiasmo, la innovación y la jovialidad. Ser adulto no significa que tenés que ser aburrido. Vos también podés ser fresco y jovial, sin importar tu edad.
La motivación es la clave del éxito
Nuestro cerebro trabaja de dos maneras que se acoplan lo mejor posible. Como lo dije antes, hay una parte emocional y una parte racional. Antes, los centros educativos no tendían a motivar a sus estudiantes. No fomentaban el lado emocional de su estudiantado. Ahora, sí lo hacen, y por eso vemos que la juventud de hoy en día viene con tanto filo, ¡que se están comiendo el mundo! Es tiempo de aceptar la importancia de la motivación y del buen control de las emociones para ser exitoso. Las cosas cambian, y tenés que adaptarte o quedarás obsoleto.
El éxito no lo vas a encontrar afuera; el éxito no es algo que espera por vos ni algo que debés buscar. El éxito está dentro de vos, ya lo tenés, solo que no sabés cómo desarrollarlo. Todos poseemos las mismas capacidades, aunque con diferentes aptitudes. Hay muchos ejemplos a través de la historia que demuestran lo que te digo. Puede que tengas alguna discapacidad, pero eso no te hace incapaz. Todos tenemos aptitudes diferentes, y lo que importa es cómo las utilizamos para lograr lo que queremos.
Imaginá que sos el gerente de una empresa de marketing y tenés una vacante para relaciones públicas. Necesitás una persona con buen aspecto y trato al cliente, alguien que te ayude a hacer negocios y convenios con otras empresas. Ponés un aviso con toda la información sobre el puesto y ponés la condición de que debe ser una persona entre los 25 y 40 años.
Llega el día de las entrevistas, y tu equipo selecciona dos candidatos de las 20 personas que fueron a la pre-entrevista. Vos, como jefe, debés decidir a quién contratar. Primero se te presenta un hombre de 38 años, con 10 años de experiencia laboral, un postgrado en ventas, varios diplomados, maestrías y doctorados en marketing. Pero es alguien serio, aburrido y súper metódico.
Luego hacés pasar al segundo candidato: una chica de 23 años que acaba de graduarse de una universidad online en relaciones públicas. La joven resulta simpática, amable, conectás con ella de inmediato. Trae innovaciones para tu empresa, y está ansiosa por trabajar. Ves en ella interés, motivación y ambición.
¿A quién contratarías? ¿A alguien con experiencia pero sin emoción, o a una novata con ambición?
¡La motivación te mantiene en constante evolución!
Yo, como jefe en el 2018, sin duda contrataría a la joven. Busco en mi empresa nuevas ideas, no alguien que me traiga más de lo mismo. Te aseguro que esa chica, en un año, se convertirá en la mejor en su trabajo. La motivación que trae hará que quiera aprender, innovar y ser original. Y aunque contratarla es un riesgo para la empresa, no contrataría al señor de 38 años, porque no aportará nada nuevo. Simplemente hará que todo sea aburrido y que todos se duerman de tedio.
Si sentís que has perdido el rumbo y la chispa que te hacía amar tu trabajo, es hora de que te motives. Seas joven o adulto mayor, tenés que prestar atención y hacerme caso. La motivación es el motor de tu éxito. Empezá a ver qué es lo que te detiene. Tal vez has caído en la rutina o perdiste la pasión por tu trabajo. Mové esas emociones, y dale espacio en tu vida al recrearte, al autoaprendizaje y a la automotivación.
¡Asiste a foros de emprendimiento!
Esta información cada vez tiene más alcance. Alrededor del mundo, se ha reconocido la importancia del desarrollo de la programación neurolingüística y la motivación. Buscá en tu zona si hay talleres o seminarios donde podás inscribirte. Para tu motivación, necesitás formación. Pensá en clases para estar motivado. Estos son estudios recientes, así que aprendé todo lo que podás sobre el tema y armate con la armadura del éxito.
Otra manera de encontrar motivación es leyendo libros sobre el tema. Te recomiendo los de Daniel Goleman, que son súper buenos. Están cargados de pasos para transformar tu vida y atraer solo éxitos, dejando atrás las rachas de fracaso que te han perseguido.
¡No te rindás nunca!
La motivación le da vida a tu vida. Hay personas que parecen zombies en el trabajo, hacen las cosas para salir del paso, odian su trabajo y están cansadas. No convirtás tu carrera laboral en eso. Sé constante, no empezés los primeros 5 años siendo proactivo y motivado para luego terminar siendo un zombie. Buscá estar motivado siempre, buscá el éxito.